4. El fraude de Alfred C. Kinsey

La “revolución sexual” fue promovida poco tiempo después de la Segunda Guerra Mundial. Los principales artífices de la misma son Alfred Kinsey y Hugh Hefner, que sostienen que el control sexual quita la libertad del individuo, luego que Sigmund Freud (1856-1939), padre del psicoanálisis, afirmara que la represión de los deseos sexuales podía conducir a problemas psicológicos.
Alfred Kinsey (1894-1956), biólogo norteamericano llamado padre de la "revolución sexual", publicó en 1948 sus estudios sobre el "Comportamiento sexual en el ser humano masculino", y 5 años después "Comportamiento sexual en el ser humano femenino". Kinsey, defendió que todos los comportamientos sexuales que se consideraban desviados son normales, mientras que propuso que el ser exclusivamente heterosexual es anormal y producto de inhibiciones culturales y de condicionamientos sociales. Kinsey, de religión metodista, compartió la visión sobre el hecho de que los cristianos habían heredado la aproximación casi paranoide del comportamiento sexual de los judíos. Algunas de sus conclusiones fueron: La sexualidad es incontrolable, el matrimonio es parte de un condicionamiento social, el sexo fuera del matrimonio es normal y saludable, las familias son innecesarias, el incesto y sexo entre niños y adultos son normales.
Estas ideas son aceptadas plenamente por Hugh Hefner (1926), que funda el emporio Playboy en 1953. Mientras acusa a las enseñanzas judío-cristianas de "anti sexualismo" y da glamour al sexo, amasa fortunas y da generosas donaciones al Instituto Kinsey.
Después de 40 años, en los cuales se había dado credibilidad absoluta a dichos datos, con las terribles consecuencias que conllevaron para la sociedad a nivel moral e intelectual, científicos de varios países junto con el F.B.I. demostraron la falsedad de tales conclusiones y el poco rigor científico en las mismas. Los datos habían sido estadísticamente manipulados porque la muestra era manifiestamente sesgada, con un número importante de presos, exhibicionistas, pedófilos y vejadores sexuales, incluyendo en la metodología vejaciones y estimulación sexual de adultos a niños de meses.
En los inicios de su carrera, Monroe había aceptado posar desnuda. Los derechos de esas fotos fueron adquiridos por un joven que protagonizaría un gran negocio y haría nacer un símbolo de esa revolución sexual. En 1953, Hugh Heffner tenía 27 años y quería lanzar una revista masculina, de modo que compró esas fotos; en un año, la revista Playboy había alcanzado una tirada de 100.000 ejemplares. En 1956 su revista vendía 600.000 ejemplares al mes.

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